¿Y QUÉ SERÁ AHORA DE NOSOTROS SIN BÁRBAROS?


"Diecisiete mil quinientos veinte kilómetros". Fotografía,  Natalia castillo Verdugo, 2012



¿Por qué vacía la multitud calles y plazas,
y sombría regresa a sus moradas?
Porque la noche cae y no llegan los bárbaros,
y gente venida desde la frontera
afirma que ya no hay bárbaros.

¿Y qué será ahora de nosotros sin bárbaros?
Ellos eran una solución después de todo.

Constantino Kavafis

En la historia de la Humanidad no todos los seres humanos han sido considerados como tales. En el texto “Sobre la colonialidad del ser: contribuciones al desarrollo de un concepto” Nelson Maldonado-Torres enfrenta esta cuestión desde varias perspectivas, aportando –desde la Filosofía– elementos esenciales en el momento de elaborar el concepto de Ser[1].
Desde consideraciones que hoy nos parecen básicas y equívocas como el preguntarse si los indios tienen alma, o si los negros podrían ser considerados como seres humanos o, desde otra perspectiva, si la mujer podría tener iguales derechos que el hombre. Digo, son consideraciones e interrogantes que se consideran superados pero que perviven en nuestra contemporaneidad usando diversas máscaras: racismo, feminismo, población LGBT, inmigrante etc., todas apuntando a la pregunta básica: qué es el Ser, quiénes pueden considerarse como tales, y qué se desprende -en términos de derechos y acceso al poder- de la magnitud y orientación de las respuestas que se den a tales interrogantes.
Esto nos conduce a la Colonialidad del ser, concepto conexo a los diversos procesos históricos de Occidente. Colonialidad y no Colonialismo aunque para entender ambos conceptos sea necesario considerar su simbiosis. “La Colonialidad se refiere al patrón de poder que emergió como resultado del Colonialismo moderno, pero en vez de estar limitado a una relación formal de poder entre dos pueblos o naciones, más bien se refiere a la forma como el trabajo, el conocimiento, la autoridad y las relaciones intersubjetivas se articulan entre sí[2].
Y dichas articulaciones unidas al concepto de Ser en el contexto del Colonialismo nos ponen de relieve la afirmación con la que inicié este texto que quiere dar cuenta de la lectura del ensayo de Nelson Maldonado-Torres: En la historia de la Humanidad no todos los seres humanos han sido considerados como tales. Por lo mismo señala el autor que un rasgo característico de las clasificaciones sociales consiste en que “la relación entre sujetos no es horizontal, sino vertical”[3] y de allí nos conduce a otro concepto: Deconialidad.
La construcción del concepto de decolonialidad se basa en la pelea –histórica y conceptual– y en la defensa del ser como ser humano. El término decolonialidad fue acuñado por primera vez por Walter Mignolo en el año 2000, es decir es un concepto reciente y tiene que ver con las implicaciones de  la colonialidad del poder en diferentes áreas de la sociedad. Así, las conclusiones importantes en este desarrollo conceptual determinan que si existe una colonialidad del poder, entonces también existe una colonialidad del saber y en ese orden, del Ser, con lo que retornamos al concepto básico.
Establecida esta relación entre colonialidad y decolonialidad y sus relaciones con el Ser, es necesario revisar otros conceptos y otras consideraciones siendo relevante el de raza y, por ese camino, conceptos como bárbaro y, en contraposición el concepto de civilizado o de civilización que desde el ámbito poético a finales del Siglo XIX cuestionaba el poeta egipcio Constantino Kavafis en el texto “Esperando a los bárbaros” del cual he tomado sus últimos versos como epígrafe del presente informe, por considerar que apunta a lo esencial: qué es el Ser, quiénes los bárbaros y, sobre todo ¿Quién tiene la respuesta? ¿La solución?
Basta con ver las noticias o leer los periódicos para darnos cuenta de que el debate teórico iniciado hace más de dos mil años aún está sobre la mesa, con un extenso desarrollo pero sin respuestas concluyentes. No podría ser de otra forma.








[1] Dice Maldonado-Torres: “En efecto, solo hay un ser para quien la pregunta del ser es significativa: el ser humano. p. 41.
[2] Maldonado-Torres. Op. Cit. p.131. (Los subrayados son míos).
[3] Íbid, p. 132.

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